VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis AMP
EL ORDEN SIMBOLICO EN EL SIGLO XXI
NO ES MAS LO QUE ERA ¿QUE CONSECUENCIAS PARA LA CURA?
Asociación Mundial de Psicoanálisis

23 al 27 de abril de 2012
Hotel Hilton

Macacha Güemes 351, Puerto Madero
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
INICIO COMISIÓN ORGANIZADORA CONTACTO
ACTIVIDADES PREPARATORIAS

Martes 11 de octubre de 2011
Hacia el VIII Congreso de la AMP 2012

Reseña de la Cuarta Noche del Comité de Acción Scilicet - Hacia el VIII Congreso de la AMP
por Mónica Wons

Presentan: Ricardo Nepomiachi, "Alienación" y Germán García, "Sublimación y después".
Comentarios: Fabián Naparstek y Ennia Favret.
Coordinación: Adriana Testa.

Ricardo Nepomiachi ubicó el concepto de alienación en tres diferentes momentos de la enseñanza de Lacan. En la causalidad imaginaria del yo (alienación imaginaria), en la causalidad del sujeto del significante (alienación simbólica), y en la época actual. Para éste último punto, se sirvió de una cita de Lacan del 1953,[1] destacando y demostrando su absoluta vigencia. Se trata del efecto universalizante del discurso de la ciencia, que produce un verdadero efecto forclusivo sobre el sujeto, "objetivándolo, segregando su singularidad en nombre de lo universal". "Este es el verdadero fundamento del malestar del hombre moderno", afirma Nepomiachi. En el lugar de ce suis je (esto soy), c´est moi (yo soy), un yo fuerte, compacto, sin falla, pura afirmación imaginaria. Es el orden imaginario dominando el orden simbólico. De este modo "es el yo y no el a lo que asciende al cenit como objeto promovido al mismo estatuto que los objetos materiales".

Fabián Naparstek introdujo en su comentario una perspectiva epistémica y otra clínica. En el primer caso se pregunta, ¿cuál es el destino de la alienación en la última enseñanza de Lacan? El trabajo de Nepomiachi indica una dirección que parte y concluye en la alienación imaginaria, con la salvedad de que al final, queda ligada al a.

Germán García propone pensar el par síntoma-sinthome viniendo al lugar de alienación-separación. Respecto de la segunda perspectiva, Naparstek propone pensar la clínica del Pase articulada alrededor de la cuestión de la alienación y la indeterminación subjetiva. Como una respuesta a dicha indeterminación. Incluso, la alienación al Otro podría pensarse como una solución terapéutica posible en la clínica actual: frente al "desenganche", una ligazón al Otro.

Germán García ubicó cuatro puntos en su trabajo. Primero, Freud, distinguiendo lo sublime del lado de las valoraciones yoicas, y la sublimación como destino de la pulsión y, a su vez, la sublimación del lado de los hombres, mientras que en la mujer, una poca inclinación a sublimar. "¿Es que el amor es a la mujer lo que la sublimación al hombre?", se pregunta. Y después, Lacan, retomará la sublimación en términos de saber y goce.[2] Sublima quien puede extraer una diferencia entre saber y goce. También planteará Lacan que "hay que aprender del arte para otra cosa", aunque esa "otra cosa"no ha sido esclarecida. En resumen, en Freud el concepto de sublimación avanza sobre los ideales y las identificaciones, que transforman la pulsión en un valor cultural sin pasar por la represión, sostiene García. En Lacan, su última palabra sobre la sublimación es la inhibición, "aquello que facilita la conexión entre imaginario y real, como suplencia de lo simbólico". Para concluir con una pregunta abierta: "¿podemos decir que se inhibe la feminidad, ese enigma biológico –dice Freud– que justifica la conclusión de que el análisis se estrella contra la roca viva de la castración?"

Ennia Favret destaca en su comentario tres afirmaciones: 1) el amor es a la mujer lo que la sublimación es al hombre, 2) sublimación como suplencia de lo simbólico y, 3) aprender del arte para otra cosa. Se pregunta si la obra de arte hoy, que lejos de velar el a lo muestra, funciona como recuperación del objeto a, en el sentido de "ser en un objeto", como define Lacan la sublimación en el "Homenaje a Marguerite Duras, del Rapto de Lol V. Stein".

En la conversación, Nepomiachi subraya que este "malestar del sujeto en la civilización científica" que propone Lacan, no es el mismo "malestar en la civilización" de Freud. En Freud, el malestar es por el discurso del amo. En Lacan, por la ruina del discurso del amo. La locura del yo, que no es la locura de la psicosis, es una respuesta verificable a dicho malestar.

Gerardo Arenas introduce la diferencia entre "identificarse con" y "arreglárselas con el síntoma" y se pregunta si la sublimación es un modo de arreglárselas con lo femenino. Germán García propone que lo que está en juego, más que el "arreglárselas con", es el enigma biológico de lo femenino para hombres y mujeres.

 


NOTAS

  1. Lacan, J., "Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis", en Escritos 1, Buenos Aires: Siglo veintiuno, 2000, p.270: "[…] el sujeto pierde su sentido en las objetivaciones del discurso. Por metafísica que parezca su definición, no podemos desconocer su presencia en el primer plano de nuestra experiencia. Pues es esta la enajenación más profunda del sujeto de la civilización científica [...]."
  2. Lacan, J., El Seminario, libro 16. De un Otro al otro, Buenos Aires: Paidós, 2008, p.320: "Para el neurótico el saber es el goce del sujeto supuesto saber. Por eso él es incapaz de sublimación. La sublimación es lo propio de quien sabe contornear eso a lo que se reduce el sujeto supuesto saber. Toda creación artística se sitúa en ese rodeo de lo que queda de irreductible en el saber por cuanto se distingue del goce [...]."