VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis AMP
EL ORDEN SIMBOLICO EN EL SIGLO XXI
NO ES MAS LO QUE ERA ¿QUE CONSECUENCIAS PARA LA CURA?
Asociación Mundial de Psicoanálisis

23 al 27 de abril de 2012
Hotel Hilton

Macacha Güemes 351, Puerto Madero
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
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COMITÉ DE ACCIÓN DE LA EU - SCILICET

Lecturas Comité Scilicet.EOL
Boletín N°5 | Viernes 21 de Octubre de 2011

Nuestra Lectura
"En la lectura, la amistad a menudo nos devuelve la primitiva pureza."
Marcel Proust

 

Editorial
Los textos "Locura-Debilidad mental" de Daniel Millas y "Esquizofrenia" de Silvia Baudini, son comentados por Nieves Soria y Damasia Amadeo de Freda, respectivamente. El problema del amarre entre el lenguaje y el cuerpo y el de los límites de la eficacia del análisis incitan a la lectura conjunta de ambos

Gerardo Arenas

Susana Amado
Responsable del Comité de acción de la Escuela Una Scilicet
Colaboradores: Adriana Testa y Gerardo Arenas

 

Comentario del texto de Silvia Baudini, "Esquizofrenia"
Damasia Amadeo de Freda

"La falta de incidencia de lo simbólico como marca del significante en el cuerpo se traduce en la ausencia de nominación, el esquizofrénico es un ser anónimo", dice Silvia Baudini en su texto.

Luego se pregunta: "¿Cómo operar [allí] con la palabra, instrumento privilegiado del psicoanálisis?" Y responde: "el dispositivo mismo se ofrece como el lugar de creación de una neolengua."

Tomemos el ejemplo clínico que ella aporta: "En el dispositivo se va constituyendo una nueva lengua, el apellido familiar con linaje de nobleza en la tradición alemana permite armar una ficción imaginaria que él acepta". Podemos pensar con este ejemplo que el psicoanálisis le posibilita al esquizofrénico armarse un yo de artificio allí donde lo simbólico no le ha posibilitado la conformación de un cuerpo, tal como se puede observar en la fragmentación corporal, típico síntoma de la esquizofrenia.

Luego prosigue: "El elogio del desorden simbólico es fundamental en la cura del esquizofrénico, pues lo libera de la tarea imposible de hacer con un significante sólido". Sí, pero con la salvedad de lo que dirá más adelante y que resumo en: dado que "hay un cuerpo abierto, sin ningún tipo de borde donde lalengua, puro parásito, infecta mortalmente", entonces "el analista con su presencia acompaña esa invención que también es invención de una lengua apropiada".

Como se verá, no hago más que retomar las propias palabras de la autora para destacar lo que creo son los puntos salientes de su texto.

Es al mismo tiempo una lectura que me permite concluir que es cierto lo que dice Lacan respecto de que el psicoanálisis no debe detenerse ante la psicosis, que hay también allí un tratamiento posible.

Retomo entonces la primera cita que extraigo del texto para concluir en lo que creo la autora propone: que el psicoanálisis puede ofrecerle al esquizofrénico crearse un nuevo nombre y esto le posibilitaría, en cierta medida, dejar de ser un ser anónimo.

 

Comentario del texto de Daniel Millas, "Locura-Debilidad mental"
Nieves Soria Dafunchio

El texto propone distintos niveles epistémicos del par locura-debilidad mental.

1. Una precisa distinción clínica que opone las problemáticas esquizofrénica y paranoica de la locura a la debilidad mental como flotamiento entre discursos.

2. Todos locos por elucubrar alrededor de un real inaccesible y todos débiles porque esa elucubración falla. El inconsciente ya no es un saber no sabido, sino que viene al lugar de una falla irreductible en el saber. El síntoma se define como invención del sujeto ante lo que no tiene representación.

3. La locura de las neurociencias (que apuntan a anular el síntoma) se opone a la debilidad analítica (elección de no avanzar insensatamente hasta las últimas consecuencias).

La primera, se juega en el campo psicopatológico dentro de la psicosis. Quizá sea aplicable también al campo de las neurosis, particularmente en su frontera con la psicosis, donde están desamarradas de la función orientadora del padre, como anticipaba Lacan: "Dentro de dos o tres generaciones, ya nadie entenderá nada, [pero] mientras el tema del complejo de Edipo permanezca ahí, preserva la noción de estructura significante, tan esencial para ubicarse en la neurosis".

En la segunda, se borran las diferencias, las categorías se ubican como universales en el nivel más fundamental de la estructura del ser hablante. Celebro la definición de síntoma propuesta por Millas y pregunto: que el inconsciente venga al lugar de una falla irreductible en el saber, ¿le quita su estatuto de saber no sabido? El título de "El Seminario 24", que vuelve equivalentes lo no sabido que sabe de una equivocación con el inconsciente, parece indicar lo contrario.

La tercera, toma el par en una dimensión política. En esta debilidad analítica no se trata de flotamiento entre discursos sino de la operatoria del discurso analítico, reverso de lo que en cada sujeto se manifiesta como discurso del amo, reubicándolo. Se ve allí vigente la dimensión dialéctica de la experiencia analítica, que tiene un saldo de saber no-todo, advertido de lo real, como señala Millas.