VIII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis AMP
EL ORDEN SIMBOLICO EN EL SIGLO XXI
NO ES MAS LO QUE ERA ¿QUE CONSECUENCIAS PARA LA CURA?
Asociación Mundial de Psicoanálisis

23 al 27 de abril de 2012
Hotel Hilton

Macacha Güemes 351, Puerto Madero
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
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TEXTOS

Resonancias de "Una fantasía"
La invención de la práctica lacaniana
por Leonardo Gorostiza

Leonardo GorostizaEn su recordada intervención en el IVº Congreso de la AMP sobre "La práctica lacaniana. Sin estándares pero no sin principios" -que tuvo lugar en la isla de Comandatuba, Brasil, y que aquí reproducimos-, Jacques-Alain Miller situó tres posiciones del psicoanálisis que dan lugar a prácticas de sugestión. Todas ellas ligadas a la consigna de un "eso marcha", es decir, a la consigna del discurso del amo, aunque éste sea ahora "post-moderno".

Ante estas tres opciones, la práctica lacaniana del psicoanálisis presupone, por el contrario, fundarse en un "eso falla". Es decir, presupone fundarse en el síntoma, como testimonio de una relación contingente con lo imposible. Es lo que hace del síntoma aquello que echa raíces en un encuentro siempre traumático con la ausencia de relación (proporción) sexual y que, desde entonces, se repite.

Es en ese contexto, que Miller destacó lo que sigue y que, a mi entender, constituye el eje central de nuestro trabajo hacia el próximo Congreso en Buenos Aires 2012.

"Luego –señala-, existe la práctica lacaniana o, más bien, existirá, pues se trata de inventarla. Por supuesto, no se trata de inventar ex nihilo. Se trata de inventarla en la vía que abrió en particular el último Lacan."[1]

Se trata entonces de inventar una "práctica sin valor", es decir, una práctica que excluye la noción de éxito, y calibrar sus consecuencias en un orden simbólico que desfallece en cuanto "orden".

Se trata de la práctica que Lacan anunció en su última enseñanza cuando, al tiempo que anhelaba la invención de un significante nuevo que no tuviera - como lo real- ninguna especie de sentido, a propósito de la interpretación, decía:

"Lo primero sería extinguir la noción de lo bello. No tenemos nada que decir acerca de lo bello. Es de otra resonancia de la que se trata, a fundar sobre el chiste. Un chiste no es bello. No se sostiene sino de un equívoco, o, como dice Freud, de una economía. Nada más ambiguo que esta noción de economía. Pero se puede decir que la economía funda el valor. ¡Bien! Una práctica sin valor, he aquí de lo que se trataría para nosotros de instituir."[2]

Así, "Una fantasía", desde el comienzo hasta el final, se encuentra animada por este enigmático desafío de Lacan. ¿Cómo, en una época donde todo se "mide" en función del éxito alcanzado o por alcanzar, puede instituirse y sostener una práctica que haga del "fallar" su fundamento? Más aún, ¿cómo instituir y sostener una práctica que no puede hacer del "fallar" la ley de lo real, sino que sólo por contingencia puede probar lo real… como imposible, es decir, un real sin ley?

¿Y con quién o con qué juega la práctica lacaniana del psicoanálisis su partida? Miller lo destaca: no es tanto con los estándares del otro psicoanálisis -el que quiere reverdecer el declinante nombre del padre y la tradición, o bien el que cree en la eternidad de los conceptos freudianos-, sino más bien con aquél que busca un alineamiento con lo real de la ciencia bajo una seudo ciencia: la traducción neurocognitiva del psicoanálisis. Pero, sobre todo, la práctica lacaniana aún por inventar juega su partida con "los nuevos reales que testimonia el discurso de la civilización hipermoderna."

He aquí, el punto central que en nuestro próximo Congreso deberemos interrogar.

Y si "Una fantasía" constituye algo así como un programa de trabajo, un programa fundado en los enigmas que Lacan nos dejó en su última enseñanza, no por ello deja de plantearnos, a su vez, otros enigmas. Enumero sólo algunos.

¿Cómo concebir una práctica en la que de lo que se trata es sólo de diferentes modos de fallar?

¿Cómo concebir una práctica analítica en la que los semblantes con los que el psicoanálisis se produjo (el padre, el Edipo, la castración…) se han puesto a temblar?

¿Cómo concebir una práctica que propone una renovación del sentido del síntoma, precisamente a partir de aquello que no tiene ya más sentido y que sólo implica la repetición del goce del encuentro contingente y traumático con lalengua? Es decir, ¿cómo concebirla a partir de un síntoma que implica la repetición del Uno del goce que vuelve siempre al mismo lugar, sin ninguna especie de sentido, y que Lacan llamó sinthome?

¿Cómo concebir una práctica que hace fundamentalmente de los síntomas no un sentido a descifrar sino signos de la no relación sexual?

¿Cómo concebir una práctica donde la interpretación apunta no al descifrado de un saber siempre hipotético, como el inconsciente semblante, sino a alcanzar la potencia del síntoma como síntoma-goce?

¿Cómo concebir una práctica donde el discurso del amo hipermoderno ya no es el reverso del discurso analítico, lo cual pone en cuestión y obliga a resituar su función de des-identificación?

¿Cómo concebir una práctica en una época en la que el inconsciente como saber no existe primariamente, y en la que es necesario entonces el amor para suponerlo como saber, es decir, como condición para que S1 y S2 hagan cadena?

Finalmente, ¿cómo concebir el final de análisis y el pase cuando lo que está en juego no es la liberación del fantasma o del síntoma sino el saber arreglárselas (savoir y faire) cada vez con un resto sintomático?

La lista de enigmas y preguntas podría proseguirse. Es que, tal como señalamos en la Editorial de presentación de los Papers que habrán de jalonar nuestro trabajo hacia Buenos Aires 2012 (ver en este mismo sitio), las consecuencias de esta conferencia de Jacques-Alain Miller siguen siendo innumerables y fecundas para pensar las consecuencias para la cura en el nuevo orden simbólico.

Abordarlas, proseguirlas y situarlas en nuestro contexto más actual, será un modo de intentar, una vez más, explicitar los fundamentos del psicoanálisis lacaniano, para que ahora, en el Siglo XXI, siga siendo una "cura" que no es como las demás.

 


NOTAS

  1. Negritas mías.
  2. Lacan, Jacques, Le Sèminaire, Livre 24, 19 avril 1977, en Ornicar?17/18, Texte établi par Jacques-Alain Miller. (Negritas y traducción al español, mías).